- PARTE I: EL INICIO. Todo empezó con el interés de Alba por investigar... pero ahí se quedó... en el interés. Aprovechó la circunstancia para acercarse a Cristina. Hubo varios cafés, el primero con gran pereza por parte de ambas, si bien es cierto que las unieron para siempre. Alba quería disfrutar, Cristina asentarse, y entre todo eso aparecieron unos Gnocchis. Os preguntaréis, ¿qué tiene que ver ahora unos Gnocchis? Pues bien, era la estrategia de Alba para seguir viendo a Cristina. En ese momento Cristina entendió que Alba era la mujer de su vida. - PARTE II: LA CONVIVENCIA. Se acercaba el Mundial de Fútbol (2023), y Alba, como siempre, ya pensaba en que no iba a estar con su pichurrilla (Cristina) durante ese verano. Cristina quiso hacerle un regalo adelantado, que no era ni más ni menos que irse a vivir juntas. Tras ganar el Mundial y antes de empezar la temporada, ambas junto a Olivia, empezaron a convivir en Valencia. - PARTE III: LA PEDIDA. Estaban a finales de temporada y curso académico, y venían cambios en la vida de Cristina y Alba. Ellas sabían que, de algún modo, iban a estar distanciadas (2 horas en tren, no es relación a distancia). Así, un 6 de junio en el Ciutat de Valencia se produjo la pedida, en la que Alba le pedía a Cristina casarse con ella. Cristina, con vergüenza (mucha) dijo que sí, sin dudarlo. A partir de ese momento, no pararon de pensar y organizar su boda; una boda en la que todos y todas eran importantes. - PARTE IV: LA BODA. Tras el verano, Alba tuvo que marcharse a Madrid para su nuevo proyecto deportivo. Ambas decidieron que este momento lo utilizarían para entenderse, comprenderse, respetarse, cuidarse y quererse aún más si cabe. Y mientras tanto, se fue planificando y cerrando todos los momentos de la boda. - PARTE V: EL FUTURO. El futuro ya lo contarán tras la boda. Darán pasos pequeños pero seguros en cada una de las cosas que hagan, siempre compartiendo cada uno de ellos con la gente que quieren, que no son otros/as que los que estáis invitados/as a la boda.